El color en el interiorismo
El color es considerado como uno de los elementos más importantes dentro del diseño y la decoración de interiores, es capaz de hacernos atravesar por diferentes estados de ánimo como del cansancio al descanso, del estrés a la relajación, de la depresión a la motivación, de la felicidad a la tristeza, etcétera.
Su influencia permanente en nuestra mente es precisamente el factor clave de la importancia del color en la decoración de interiores.
El color se estudia desde varios puntos de vista en el diseño de interiores, dependiendo del proyecto a realizar como por ejemplo en el interiorismo de oficinas lo que se busca es aumentar en los empleados, la productividad y el confort dentro del espacio de trabajo y para ello existen colores determinados.
La elección del color para los interiores no es una decisión fácil, las diversas tonalidades que hay, tanto en pinturas para las paredes como en textiles para muebles y cortinas, son capaces de crear climas y estilos maravillosos o de arruinarlos.
Existen diferentes tonalidades que se dividen en colores neutros, cálidos y fríos:
- Los colores neutros como blancos y negros, e incluso marrones o grises, transmiten calma, pero sobre todo elegancia, sofisticación y sobriedad. Se trata de una apuesta segura que encaja en cualquier estancia y que en el caso del blanco aporta claridad y frescura.
- Los tonos cálidos, provocan un efecto estimulante y sensaciones intensas, favoreciendo el optimismo.
- Y los colores fríos, transmiten relajación, reposo y son perfectos para ampliar espacios pequeños.